Stephen Hough

Decía Edward Said que “los músicos en general son silenciosos, ya que el público está ahí para presenciar su virtuosismo y sus habilidades interpretativas, y no sus ideas o su brillante  conversación”. Pero Stephen Hough es de esos pianistas pensantes e intelectuales que rompen la norma: silencioso en las salas de conciertos, fuera de ellas sus ideas cobran forma y sentido a través de la pintura y, sobre todo, de la palabra. Se muestra extraordinariamente lúcido y activo en Twitter (@houghhough), su blog cultural en el diario The Telegraph tiene un seguimiento espectacular y es autor de un libro (La Biblia como oración) que descubre su profunda espiritualidad. Puede que a ella le deba su distanciamiento de los grandes focos, que nunca le han atraído, lo que le ha llevado a pertenecer en cierta manera el círculo de los pianistas secretos, de los pianistas de culto. Pero ello no ha impedido que con el tiempo se haya convertido en uno de los favoritos del público de nuestro país, donde es siempre muy bien recibido. Sin ir más lejos, debe de ser uno de los pianistas vivos que más veces ha actuado en la Sociedad Filarmónica de Bilbao.

Británico de 1961, realiza sus estudios en la Chetham’s School of Music y en la Royal Northern College of Music de Manchester (donde hoy ostenta la Cátedra de Estudios Pianísticos) antes de dar el salto a la Juilliard School de Nueva York de la mano de Julius Isserlis. Su carrera despega tras ganar diversos premios, los auditorios comienzan a reclamar su presencia y a mediados de los ochenta llegan los primeros discos, entre ellos el que contiene la célebre (y muy vendida) grabación de los Conciertos para piano de Hummel con la English Chamber Orchestra y Bryden Thomson en Chandos. Tres décadas después, cuando es Comendador de la Orden del Imperio Británico y profesor visitante en la Royal Academy of Music de Londres, la lista de orquestas con las que ha tocado es abrumadora, colabora en música de cámara con instrumentistas de primerísima línea (como Steven Isserlis) y su discografía puede ser una de las más amplias, variadas y premiadas de entre los pianistas en activo. En ella ha abordado obras de autores prácticamente olvidados como Emil von Sauer o Xaver Scharwenka junto a rarezas u obras desplazadas de autores bastante más conocidos, como Franck o Saint-Saëns. Una de sus próximas grabaciones estará centrada en el que reconoce que es su concierto para piano favorito, que es curiosamente el de Dvorák, donde se acompañará de la City of Birmingham Symphony Orchestra dirigida por Andris Nelsons. A ese concierto dedica una de las últimas entradas en su blog. (…)

Asier Vallejo Ugarte
(Comienzo del artículo publicado en la revista Scherzo, de abril de 2015)



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